lunes, 6 de mayo de 2013

Y YO, DE QUÉ LADO ESTOY?


Castigos 2.0
Cuando el fin de semana leí este artículo en el diario, me sentí que había quedado en medio de una problemática y con la sensación de que alguien me tiraba hacia uno u otro lado como con una soga elástica,  y yo tratando de encontrar el equilibrio, o mejor dicho la solución.
Debo reconocer que quien me tironeaba por un lado era  “yo mamá” y por el otro, “yo docente”.
Como madre, me sentí identificada con la descripción que se hace en la nota en cuanto a que para castigar a nuestros hijos recurrimos a las penitencias tecnológicas. Más allá de que el argumento viraba más en el sentido de que es difícil hacer cumplir los castigos a los hijos, yo me encontraba de repente en la doble función, por un lado como madre y por otro como docente.
En el primer caso, es cierto que trato de evitar que mis hijos utilicen el celular o pasen mucho tiempo en el chat, pero este último tiempo, en  muchas ocasiones  les resultaba necesario para comunicarse con sus compañeros y resolver algún trabajo grupal o bien para la búsqueda de un tema determinado, simplemente para acordar cuando reunirse a estudiar.
En el segundo caso, cada vez más me voy haciendo eco de lo cotidiano que es para los niños y adolescentes la utilización de medios tecnológicos, ya sea para comunicarse a través de las redes sociales, o buscar información en la web.
La realidad es que en estos tiempos paradigmáticos para la educación,  donde los avances tecnológicos se suceden mucho más rápido que los cambios educativos y las capacitaciones  docentes para aprovechar al máximo estos nuevos recursos, en algunos colegios no solo se acepta, sino que se promueve el uso de las NTIC´s, mientras que en otros se niega esa posibilidad.
 Así es que en la medida de lo posible, en mis clases, trato de sacar provecho de ellas transformarlas en mis aliadas, más que prohibirlas.
Uno de los ejemplos es la utilización del celular. En mis clases de arte tienen la posibilidad por ejemplo, de escuchar música que llevan especialmente grabada para relajarse y motivarse mientras están en algún proceso creativo. En otras ocasiones tienen que sacar fotos de algunas imágenes determinadas que les propongo como consignas para un futuro trabajo, donde las compartimos en clase para luego subirlas a alguna plataforma virtual, a la vez que investigan sobre ciertos contenidos didácticos o buscan alguna palabra desconocida en internet.
De repente, termino el día de trabajo, llego a mi casa, mi hija me pregunta si al día siguiente puede llevar el celu al colegio… y yo me pregunto: de qué lado estoy?


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